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del Corán, que es el libro santo del islam. Memorizado y copiado escru- pulosamente desde la infancia, el Corán es el primer libro de lectura, el único código, la fuente de todo derecho y la regla de vida para un buen musulmán. Los grupos fundamentalistas o integristas piensan que el atraso económi- co y la pobreza que atraviesan se deben al abandono de los principios del islam. Para remediarlo, proponen el retorno a los principios de la fe como único camino para alcanzar de nuevo el pretigio perdido y para terminar con la dominación extranjera. Estos grupos intentan hacerse con el con- trol del gobierno, bien a través de su victoria electoral, bien mediante golpes de Estado. Los grupos más extremos defienden el recurso sistemá tico a la violencia y al terrorismo. 1.4. La diferencia entre Estado y nación Los términos Estado y nación no significan lo mismo. Un Estado es una entidadd política, sin embargo, el concepto de nación hace referencia al sentimiento de pertenencia a una comunidad basado en razones históri- cas, étnicas, lingüísticas o religiosas. El concepto de nación surgió con fuerza a finales del siglo XVIII durante la Revolución Francesa y se consolidó durante el siglo XIX en Europa y América, y en el siglo XX en Asia,África y Oceanía. En algunos casos, una nación se ha desarrollado entre gente que habita- ba un mismo Estado, y se tiende a identificar ambos términos. Por ejem- plo, se habla indistintamente del Estado francés y de la nación francesa. Sin embargo, incluso en estos casos, dentro del Estado conviven diferen- tes nacionalidades, que pueden ser resultado de la inmigración o de la pro- pia diversidad cultural de la población. A veces una nación es mayor que el Estado en el que se ha desarrollado. Un ejemplo de esta situación es China, pues un gran número de personas de lengua y cultura chinas viven en otros Estados, pero se siguen conside- rando chinos, a la vez que ciudadanos del país en el que viven. Existen también Estados multinacionales en los que conviven varias na- ciones o nacionalidades. Un ejemplo es el Reino Unido, donde conviven ingleses, escoceses, galeses e irlandeses. Por último, existen naciones sin Estado, que son aquellos grupos que tie- nen el sentimiento de pertenecer a una misma comunidad, pero que no po- seen un territorio nacional reconocido ni como Estado ni como región den- tro de un Estado multinacional. Los ejemplos más claros son los palestinos y los kurdos. La mayoría de las veces las relaciones entre los distintos grupos nacionales que forman un Estado son pacíficas. Sin embargo, en algunos casos se producen conflictos nacionalistas que pueden llegar a convertirse en guerras civiles. Los kurdos Los kurdos son un pueblo muy antiguo de religión musulmana sunnita, que tiene unas costumbres nómadas y una economía pastoril. Lo forman entre 25 y 45 millones de personas, según las diferentes estimaciones. El territorio en el que viven los kurdos se llama Kurdistán. Se encuentra re- partido principalmente entre Turquía e Irak, aunque también en zonas de Ar- menia, Azerbaiyán, Irán y Siria. Todos estos países se oponen a la cons- tucción de un Estado kurdo. Los kurdos han constituido diversos partidos políticos que tienen como ob- jetivo la construcción de un Estado propio. Las racciones más extremistas son el origen de grupos guerrilleros y terroristas que han actuado, sobre to- do, en Irak y Turquía. Por su parte, los gobiernos de estos dos países han re- primido duramente a la población kurda: asesinatos masivos, desplazamientos forzosos, encarcelamientos sin juicios ni garantías jurídicas, etc. 1.5.La organización interna del Estado Los Estados se organizan enternamente para ejercer correctamente sus funciones y para difrenciar regiones en su interior. La división de un Es- tado en regiones se debe a motibos históricos, culturales y políticos. Estas divisiones son diferentes según los países: Estados en Estados Unidos, de- partamentos en Francia, Comunidades Autónomas en Espaa, etc. Todos los Estados tienen diferentes niveles en la administración, que van desde el gobierno central hasta los gobiernos locales o ayuntamientos y cada nivel tiene unas competencias. Existen varias formas de organización interna de un Estado. Las más im- portantes son el Estado centralista y el Estado federal.
controla todo el territorio. Pueden existir divisiones internas en pro- vincias o en departamentos, pero los funcionarios y gobiernos locales que dirigen cada provincia o departamento dependen de la administra- ción central. Un ejemplo de este tipo de Estado es Francia.
dos ellos respetan una misma ley suprema, la Constitución. Existe una administración federal o central que tiene el máximo poder sobre algunas materias como la polítiva exterior, la defensa, la seguridad co- mún, los impuestos, etc. Sin embargo, cada uno de los Estados que for- man un Estado federal tiene, a su vez, su propia administración que se ocupa de algunas materias, sobre las que legisla y en las que la adminis- tración federal no puede intervenir. Ejemplos de países de este tipo son Estados Unidos, Alemania, México o Brasil. El modelo español es el del Estado autonómico. Existe una ley suprema, la Constitución de 1978, un conjunto de leyes comunes para todo el Esta- do y una administración central con unas competencias difinidas. A la vez, el territorio está dividido en diecisiete Comunidades Autónomas y dos Ciudades Autónomas. Cada una de ellas posee un Estatuto de Auto- nomía, que establece la relación con el conjunto del Estado de Auto- nomía, que establece la relación con el conjunto del Estado, y una admi- nistración autonómica que tiene un conjunto de competencias. Las diferencias de poder dentro del Estado Dentro de cada Estado también existen diferencias entre las distintas re- giones. Unas zonas tienen una mayor importancia social política. Por lo general son las zonas de mayor actividad económica y de mayor concen- tración de población. Otras zonas tienen una relevancia mucho menor. Las ciudades son generalmente las zonas centrales, porque allí se concen- tran las administraciones, los servicios y la actividad económica. También existen grandes diferencias entre unas ciudades y otras. La ciu- dad con mayor peso político es la capital, ya que en ella están las sedes de las principales intituciones del Estado. En ocasiones, la capital es tam- bién la ciudad con mayor actividad económica y social, pero esto no siempre es así y existen muchos casos en que otras ciudades del Estado tie- nen el mismo o mayor peso económico, social o cultural. 1.6. Los sistemas políticos Existen diferentes formas de gobierno. Estos sistemas políticos no son in- modificables. Hay cambios pacíficos que se producen por medio de refor- mas progresivas o acordabas. Pero, en ocasiones, los cambios son violen- tos y pueden deberse a golpes de Estado, si un pequeño grupo toma el poder por la fuerza, o a revoluciones, si lo provoca un levantamiento popular. Monarquías y repúblicas Las monarquías son aquellos Estados en los que el jefe del Estado es un rey, que posee su cargo por derecho de nacimiento y lo transmite a sus hijos. En las repúblicas el jefe del Estado es un presidente, que es elegido por los ciu- dadanos o por ciertos grupos que controlan el poder. Democracias y dictaduras Para ser una democracia, un país debe cumplir una serie de requisitos:
partido entre instituciones diferentes e independientes. Las leyes las es- tablecen lo Parlamentos, que son el poder legislativo. El gobierno es el poder ejecutivo, se ocupa de aplicar las leyes y tiene que responder ante el Parlamento de sus actuaciones. Existe un poder judicial inde- pendiente formado por jueces, que se ocupa de salvaguardar el cumpli- miento de las leyes y de evitar los abusos de poder por parte del Estado.
ley suprema o Consitución que garantice los derechos fundamenta- les de las personas y un sistema legal de obligado cumplimiento para to- dos los ciudadanos y para todas las intituciones del Estado.
nos mayores de edad tienen derecho a participar en la elección de los representantes públicos. Las elecciones tienen que ser libres y deben exis- tir garantías de la limpieza de los resultados. En las dictaduras el poder político está en manos de grupos minoritarios. Estas minorías pueden ser el ejército, un grupo racial o étnico, la aristo- cracia religiosa o económica, un partido político, etc. En consecuencia, la gran mayoría de los habitantes están excluidos de la vida política. Además, no existe división de poderes, por lo que los poderes públicos pueden co- meter abusos sobre sus ciudadanos y quedar impunes. Tampoco existe un Estado de Derecho que garantice las liebertades individuales y los derechos humanos. Existen algunos países cuyo sistema político tiene la forma de una de- mocracia, pero que en realidad no son democráticos. En ellos existen elec- ciones, pero no reúnen las condiciones necesarias. Esta situación se pro- duce cuando todos los candidatos pertenecen a una misma tendencia política y no se permite a otras personas presentarse a las elecciones, cuando el recuento de los resultados electorales es fraudulento o si no se permite a al- gunos votantes ejercer su derecho al sufragio libre. Tampoco son demo- cráticos los Estados sin una adecuada división de poderes. Normalmente, en estos países se vulneran otros muchos derechos de la población. Estados laicos, Estados confesionales y teocracias Dependiendo de la importancia que tenga la religión en la organización po- lítica, se distingue entre Estados laicos, Estados confesionales y tecracias.
tado y la Iglesia, lo que significa que las autoridades eclesiásticas no tie- nen poder político y que las normas fundamentales del Estado no se ba- san en ninguna doctrina religiosa. En estos países generalmente existe absoluta libertad religiosa y los ciu- dadanos pueden prefesar la religión que deseen o no prefesar ninguna. Sin embargo, también es posible que todas las religiones estén prohibidas o marginadas de la vida pública, como pasa en algunos Estados comunistas. En ocasiones, los Estados laicos establecen acuerdos con una o más con- fesiones religiosas para ofrecerles ciertas ventajas debido a su tradicio- nal importancia social o a otros motivos.
oficial que se considera la propia del Estado y que goza de privilegios en todos los ámbitos. En algunos casos, la práctica pública de las de- más religiones puede estar prohibida. Existen algunoscasos de Estados confesionales democráticos, como Grecia, pero en la mayoría de los ca- sos no son democráticos.
giosos ocupan el gobierno o tienen poder para decidir las polítivas gu- bernamentales. Existen teocracias de diversas confesiones religiosas. Por ejemplo, Irán es una teocracia islámica. 3.El orden internacional actual 3.1. El reparto del poder Las diferencias entre los Estados En la actualidad existen más de 200 Estados en el mundo, aunque hay enormes diferencias entre ellos.
Unidos, mientras que otros son microesados, como Vaticano o Mónaco.
millones de habitantes, como China o India, otros tienen pocos miles de habitantes, casos de Dominica o Tuvalu.
hab/km2, otros Estados están casi despoblados, como Australia, Islan- dia, Surinam o Mauritania, con aproximadamente 2,5hab/km2.
ta, pero otros están fragmentados. En algunos casos esto se debe a la existencia de islas, mientras que en otros es porque existen enclaves del país separados del núcleo principal como, por ejemplo, Alaska en Estados Unidos. Incluso se da el caso de algunos países que tienen en- claves en otros Estados; por ejemplo, el Reino Unido posee Gibraltar en territorio español. El poder de los Estados Un Estado tiene más o menos poder dependiendo de su capacidad para influir en el comportamiento de otros Estados. Para valorar el poder de un país se tienen en cuenta muchos aspectos co- mo su extensión, su población, su grado de desarrollo, sus recursos natura- les, su poder militar, etc. Los Estados no tienen siempre el mismo poder. Estados que eran pode- rosísimos hace tiempo, como , por ejemplo, España durante la Edad Mo- derna, en la actualidad tienen muy poco poder. Las formas de control de una potencia sobre el resto de los territorios también han cambiado. Hasta mediados del siglo XX una potencia de- mostraba su poder por medio de conquistas territoriales y estabeciendo el control político directo sobre otros Estados. Tras la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) dos superpotencias se repartieron el poder, Estados Unidos y la Unión Soviética, y lo ejercieron por medio de una red de de- pendencia económica, política y militar que no hacía necesario conquis- tar ni controlar otros países. |