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Traslacionales. Si la superficie de rotura es más o menos paralela a la s ![]() - ![]()
5.1.2.- Métodos de predicción. La predicción espacial es fácil, mientras que la temporal es más difícil. Para predecir hay que detectar las zonas de inestabilidad y sus causas directamente sobre el terreno, con fotografías convencionales o tomadas mediante satélites. Se pueden observar huellas de inestabilidad como incisiones en el terreno, erosión, derrubios en el talud, anomalías en la ladera (convexidad), deformaciones en los árboles, en los postes de la luz, en vallas, etc. Se analizan factores que pueden potenciar el fenómeno, como el clima, la topografía, morfología y estructura de las rocas, vegetación, etc. Con estos datos se pueden elaborar mapas de peligrosidad con distintos colores para cada grado de peligrosidad. Con estos mapas y con imágenes tomadas por satélite, se puede confeccionar un SIG específico para cada zona en concreto, que servirá para realizar simulaciones. 5.1.3.- Métodos de prevención y corrección.
5.2.- Subsidencias y colapsos. Son hundimientos del terreno tanto naturales como inducidos por la actividad humana. Las subsidencias son hundimientos lentos del suelo. Por ej.- al extraer fluidos como gas y petróleo. Los colapsos son derrumbamientos bruscos en vertical del terreno. Por ej.- el hundimiento de una cueva al disolverse las calizas o los yesos que la formaban. ![]() Estos fenómenos se asocian a terrenos kársticos (calizos principalmente). 5.3.- Diapiros. Cuando entre las rocas sedimentarias hay estratos salinos que son menos densos y plásticos, tienden a ascender lentamente provocando deformaciones y roturas de los estratos superiores. Los suelos son inestables y se hunden por disolución. 5.4.- Suelos expansivos. Se dan en suelos formados por arcilla, margas, limos arcillosos y yesos. Es importante tenerlos en cuenta a la hora de realizar construcciones, pues estos materiales se hinchan al hidratarse y se agrietan cuando se secan, dando lugar a la pérdida de asentamiento de cimientos y muros, deformación de pavimentos y aceras, rotura de cañerías y drenajes, etc. Las causas pueden ser naturales (lluvias y sequías) o pueden ser inducidas por la sobreexplotación de acuíferos, por el exceso de riego, por fugas de cañerías, etc. 5.4.1.- Métodos de predicción. Observación de señales en el terreno por geólogos, como la presencia de barro pegajoso, suelo con grietas de retracción, persistencia de huellas de pisada o de roderas de vehículos, etc. Además se recurre al estudio del clima, de las redes de drenaje, de la irrigación de la vegetación y de las pendientes. 5.4.2.- Métodos de prevención y corrección. Las medidas preventivas no estructurales son la ordenación del territorio y la elaboración de mapas de riesgo o mapas geológicos. Entre las medidas estructurales se encuentran la estabilización de suelos mezclándolos con cal, la excavación del terreno antes de la construcción y el rellenado del hueco con materiales resistentes al hinchamiento, la cimentación sobre pilotes que atraviesen la capa arcillosa, dejar cámaras de aire en los cimientos de las viviendas para facilitar la evaporación, la impermeabilización alrededor de las viviendas, etc. 6.- INUNDACIONES. Constituyen el riesgo geológico más destructivo, tanto a escala nacional como mundial. Además, la urbanización masiva en áreas fluviales susceptibles agrava dicho riesgo. Se clasifican en:
6.1.- Causas.
6.2.- Características de las avenidas. Se denominan así a las inundaciones dentro de los cauces de agua continentales (torrentes y ríos). Pueden ser de dos tipos:
- ![]() - Ramblas y barrancos, con menor pendiente. ![]()
- Curso alto: con bastante pendiente. En él predomina la erosión, por la cual el río se va encajando en el valle, modelando una forma en V. - Curso medio: predomina el transporte sobre la erosión, y es selectivo. En este tramo se forman las vegas o llanuras de inundación, muy llanas y fértiles y ocupadas por entero cuando sobreviene una avenida, y los meandros, curvas que describe el río al pasar por zonas de distinta dureza. Los meandros pueden d ![]() - Curso bajo: predomina la sedimentación. Aparecen barras (depósitos) en el interior de los cauces que dividen el río en varios brazos. 6.3.- Peligrosidad de las inundaciones. El riesgo depende de la energía que posean torrentes y ríos. La energía depende de:
6.4.- Predicción de inundaciones. Las principales medidas para la predicción son:
6.5.- Prevención de inundaciones. 6.5.1.- Medidas estructurales. Consisten en realizar obras en los cauces.
6.5.2.- Medidas no estructurales. Tienden a reducir la vulnerabilidad.
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7.- RIESGOS MIXTOS. La erosión y la sedimentación son dos procesos geológicos externos que pueden verse alterados por las actividades humanas tanto en zonas continentales como en las costas. 7.1.- Erosión/sedimentación en zonas continentales. La deforestación, la minería a cielo abierto, y las prácticas de cultivo inadecuadas, entre otras, aceleran los procesos de erosión y sedimentación en las zonas continentales. Vamos a estudiar los procesos de erosión y sedimentación que realizan los ríos. El agua del río, con la energía cinética que posee, realiza un modelado del cauce fluvial. Erosiona con mucha fuerza en el tramo alto; aquí su energía cinética es muy elevada, pues debido a la gran pendiente que tiene que salvar, adquiere una gran velocidad aunque su caudal sea pequeño. Su sección transversal tiene una típica forma de “V”. En los tramos medio y bajo del río la pendiente se va reduciendo, por lo que también se resiente su velocidad, pero en este tramo el cauce del río se ensancha y su caudal aumenta al recibir aportes de los afluentes y acuíferos subterráneos. Su sección transversal pierde su forma de “V” y se convierte en una amplia llanura de inundación. En el tramo inferior el río desemboca en el mar, en un lago o en otro río, y deposita la carga, produciéndose la sedimentación fluvial. Todos los ríos tienden a alcanzar un perfil de equilibrio, en el cual se invierte toda la energía cinética en vencer el rozamiento y transportar materiales, y no se produce ni erosión ni sedimentación. Para alcanzar su perfil de equilibrio, el río tiene que reducir su pendiente hasta igualar su altura con su extremo más bajo o nivel de base, que puede ser absoluto (el nivel del mar) o local (un lago, un río o un embalse en el que desemboque). Cuando lo alcanza, el río adquiere una forma cóncava (su cabecera tiene mucha pendiente, pero sus tramos medio y bajo discurren por una superficie casi plana). Si el nivel de base alcanzado desciende debido a una sequía (local) o a un descenso del nivel del mar debido a una glaciación (absoluto), provocaría un nuevo aumento de la pendiente (aumento de la energía potencial), lo que se traduciría en la realización de un trabajo de erosión remontante con el fin de reducir la pendiente. La erosión remontante cesaría cuando el río alcanzase un nuevo perfil de equilibrio. Si por el contrario el nivel de base asciende (por la construcción de un embalse, o si sube el nivel del mar, etc.), la corriente pierde fuerza y se produce un aumento de la sedimentación, que rellenaría la desembocadura, elevando el nivel de base. Este proceso se denomina agradación. Estos dos fenómenos son muy importantes a la hora de construir embalses, pues producen una alteración de la dinámica fluvial. El río va a depositar su carga en el embalse, y acabará por colmatarlo, reduciendo su período de aprovechamiento. Si se produce una deforestación en el tramo superior, el proceso se agrava por el aumento de la erosión y del transporte. Aguas abajo del embalse, el río va libre de sedimentos, erosionando los márgenes, afectando a los ecosistemas de ribera, y profundizando su lecho. 7.2.- Dinámica litoral. Además de las inundaciones, la alteración de los procesos de erosión-sedimentación son los riesgos que más afectan a las zonas costeras. Dicho riesgo está acentuado por el factor exposición, pues estas zonas son las más pobladas del planeta dado su gran turismo. 7.2.1.- Modelado de las zonas costeras. Entre las formas originadas por efecto de la erosión (oleaje) encontramos los acantilados, las bahías, los farallones, los arcos naturales, las cuevas y las plataformas de abrasión. Entre las formas de sedimentación destacan las playas, las flechas, los cordones litorales, los tómbolos, las albuferas y los estuarios. En la desembocadura de los ríos se originan deltas y estuarios. ![]() 7.2.2.- Riesgos derivados de la erosión/sedimentación costera. |
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